Macarons

Hoy os voy a hablar de uno de los dulces que más me apasionan: los macarons

Mi idilio con ellos comenzó cuando los conocí a través de una serie de televisión, ya que a pesar de haber los conocido anteriormente, era imposible encontrarlos en España. Gracias a la paciencia de mis amigas Andrea, Irene, María y Yadira en mi último viaje a París (del que pronto os hablaré), pude probarlos en un sin fin de pastelerías.

Es un pastelito tradicional francés hecho de clara de huevo, almendra molida, azúcar glas y azúcar. El dulce procede del siglo XVIII, surgiendo del horno del pastelero de la corte francesa como cúpulas redondas con base plana parecidas a merengues. Los macarons se hacen de una amplia variedad de sabores, según la confitería y la época del año.

No deben confundirse con los dulces parecidos llamados macaroons que son galletas compactas hechas con coco o con una pasta de almendra gruesa de color parecido al de los macarrones italianos, y de ahí su nombre.

Con una historia tan apasionante como su sabor el macaron apareció en la Edad Media, diversificándose hasta alcanzar nuevas formas y nuevos sabores. Oriundo de Italia, el macaron pasó a Francia en el Renacimiento (aunque extraña que Nostradamus no hiciera mención del dulce en su "Traité des Fardements et Confitures", publicado en 1552). Algunos textos recogen una receta de macaron que regaló una confitería omeya a un califa otomano en el siglo XV en Siria. En aquel entonces, el dulce se conocía bajo el nombre delouzieh.

Han ido evolucionando hasta convertirse en lo que ahora conocemos.

Yo he probado en muchos sitios, de hecho, en todos en los que he conocido que los vendían  pero ningunos como los de Pierre Hermé y Ladureè, cuya carta de sabores os dejo a continuación. 

Es un bocado muy dulce, de textura sorprendente y sin duda alguna, si vaís a Paris o a otras ciudades francesas no podeis dejar de probarlos, porque a pesar de que pueden parecer un poco caros (la unidad sale a unos 2€ aproximadamente), merece la pena probarlos.

Mi recomendación es que los combinéis siempre que podáis con un buen champagne, ya que como son muy dulces contrastan a la perfección con éste, además, sus burbujas abren las papilas gustativas y podéis saborearlos mucho mejor.

Aquí os dejo un fantástico vídeo que una amiga me ha enviado, en el que se ve perfectamente el proceso de elaboración, con una estética muy cuidada y una música que hipnotiza.

Si queréis probar a hacerlos, en este libro que os propongo encontraréis muy buenas recetas y un detallado proceso de elaboración.